lunes, 16 de febrero de 2009

La mecedora

"Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario." Arthur Schopenhauer


No uso esta mecedora por comodidad
No me meso por la falta de actividad,
Ni me meso porque espero un milagro pasar.
Me meso porque me siento el Cronos guajiro,
y cada movimiento le corresponde un segundo,
que yo no uso, que no aprovecho, ni mal gasto…solo marco.

Aquí en esta silla me apropio el asqueroso papel,
el degradante extra de la obra
Observador.
No piden tu opinión ni tu interacción,
Y mi presencia es tan importante como mi cronometro,
como mi ropa, como mi sonrisa, como mi mecedora.

Escucho el ruido que hace al mecer,
agudo, hiriente, molesto,
se siente como burla a mi condición,
sabe de mi necesidad de descanso
que el traje de superhéroe sigue en el sastre,
que no me paro porque ya es larga la lista de fracasos,
que la acción ya no es mi apellido,
y que mi nombre esta destinado a ser un Titanic.

Tu me tuviste con la chispa que explota la vida,
me viste arder en plena niñez,
y me subía a ti, y te transformaba,
de veloz corcel a montaña rusa,
eras la base de tregua de mis juegos de infancia.
Te escalaba y el mundo era inferior
dominaba como si fuera el pico del Himalaya,
y todo alrededor, mi reino ficticio de cajas de cartón.

Asi te tenia cuando tu pintura era fresca y blanca,
Aquí me tienes viejo e invalido.
Pero aun nos comprendemos y aun nos hayamos.
Tu con una pata quebrada, yo con mi rodilla rota,
Tu haciendo ruido al moverte, yo con mi tos
Tu con las manchas del mal uso, yo con laos moretones de la vida.

Me meso porque así se me va el tiempo,
Y cada movimiento le corresponde un segundo,
que yo no uso, que no aprovecho, ni mal gasto…solo marco
Espero nos guarden en nuestras correspondientes cajas,
Y que a ti te vendan, y a mi me entierren.